ACTO CUARTO. (El teatro representa un salon perteneciente á la habitacion de Morayma.) ESCENA I. " MORAYMA, ALI, FATIMA.-UN NIÑO, HIJO DE No mas, ALI. Nunca de Alí lo fueron las promesas: ¿Qué exigís? Pronto estoy. Siempre amor!.. siempre amor!... Vuélvete, deja Con su dolor á esta afligida madre; Quizá ahora mismo tu señor te espera Para arrancar de los maternos brazos.... ALI. No me insulteis, Morayma: Alí dió muestras que sabe humillar á los altivos, De No oprimir á la mísera inocencia. MORAYMA. Quien sostiene en el trono á su verdugo... ALI. Hoy sabrá, á pesar suyo, defenderla. MORAYMA. Mal la defiende, Alí, quien ve su riesgo, ALI. Si tardo, culpa es vuestra ; una palabra, MORAYMA (despues de una suspension ). ALI. A Dios, Morayma, á Dios: ¿hay ya peligros MORAYMA. Aguarda, espera; No corras temerario al precipicio... ALI. No lo temais: mi solo nombre aterra Y el pueblo todo, á compasion movido, MORAYMA. Y despues... ¡ah, imprudente, cuál te ciega ¿Mas quién mañana, quién de su venganza Nos podrá defender? ¿ ALI. La misma diestra. MORAYMA, Hoy que ALI. ¿Y yo pudiera Dejarle impune arrebatar mi dicha, MORAYMA. Si tu amor, tu venganza tanto pueden, ALI. Ya he elegido: A Dios, Morayma, á Dios! MORAYMА. Él te defienda! ESCENA II. MORAYMA, FATIMA. MORAYMA (despues de un corto silencio). ¿Callas, Fátima, callas ?... ¿Qué te admira? FATIMA. Dejadme que confusa apenas crea Hoy su constancia olvida, hoy da esperanzas!... MORAYMA. Fátima, cesa De traspasarme el corazon: mi amiga, Y que A tu infeliz amiga conocieras. FATIMA, ¿Mas debí recelar?...... ¡Ah! no es posible; MORAYMA. No, Fátima, jamás : salve á mi hijo, Y no me culpará. FATIMA. Mas si él anhela Tan solo vuestro amor y vuestra mano... MORAYMA. Tranquilízate, Fátima; no temas FATIMA. Proseguid; acabad... MORAYMA. No estés inquieta: ¿No me ves ?... ¿ no me ves? Ya mas tranquilo Late mi corazon. FATIMA. Mas me amedrenta Esa aparente calma, esa sonrisa Que el antiguo furor. Logre siquiera MORAYMA. Que hoy perdia Al hijo de mi amor; que su defensa ¡Ay, triste amiga !... FATIMA. MORAYMA. ¿Lloras ?... ¡Siempre queda Al desdichado un medio de salvarse! No llores, no, por mí... quizá mis penas Hoy mismo acabarán. Mas si tan grata. |