De sus padres vengar los desafueros; En tanto que las madres afligidas, Sus tristes hijos presentando al pueblo, Su compasion imploran, y convierten El comun gozo en amargura y duelo. Todo es consternacion : mas que los ayes, Terror infunde el general silencio ; Y en inquieta zozobra esperan todos Que revoqueis el rígido decreto.— Yo lo espero tambien; yo que tan solo Aguardo esta merced, y parto luego A reprimir del fiero Castellano El vano orgullo y temerario intento. No sé cual pueda ser; mas de la torre Que domina el vecino campamento, Se nota su inquietud, y apercibirse La numerosa huesté con secreto : t Quizá de los vencidos las reliquias, Que al enemigo campo se acogieron. Habrán lisonjeado su esperanza Con falsas nuevas que creyó el deseo Quizá con su expulsion postrada juzgan A la ciudad en triste desaliento, Y confusa, aterrada, ya la pintan Cual fácil presa al Español soberbio: Mas en breve, señor, desengañado, Aprenderá á su costa á conocernos; Y viniendo á insultarnos en los muros, Nos verá provocarle en campo abierto.
Sí, parte, caro amigo, honor y gloria De tu patria, columna de mi reino; Parte, y vuelve á mis brazos coronado De nuevo lauro á recibir el premio. ¿Qué no te debo, Alí?... Tú hoy aseguras Del estado la paz; y no contento
Con vencer sus internos enemigos, Ya á nuevos triunfos aspirar te veo. Tú los conseguirás: la inmensa hueste, Con tu voz animada y con tu ejemplo, Apenas oiga la señal guerrera, Segura partirá del vencimiento.
No lo retardes, no: yo el grato anuncio Voy á dar á los ínclitos guerreros, Y á mostrar cuan gozoso te confio La defensa y la gloria de mi imperio. (Hace ademan de irse.)
Si al propio tiempo revocais piadoso...
Corre á triunfar, Alí: deja que el pueblo En su ciega inconstancia hoy tal vez llore Lo que mañana aplaudirá contento.
(Despues de un breve silencio, reprimiendo su enojo.) ¿Es este el galardon ?... Mas no te culpo, Imprudente Boabdil; oculta veo
Para escuchar tus quejas; y te advierto Que la esposa y la madre de tus reyes Nunca puede humillarse á tal extremo.
Tan en breve olvidar mis beneficios
Callar deben, no yo.
Que solos, sin testigos ni acechanzas....
¿Y qué puedo temer?... Ya nada arriesgo : Cierta es mi ruina, cierta; el temor solo Detiene ya su brazo.
La imprudencia confundas del orgullo de 1939 A Con un odio mortal..."
Menos recelos49750g an 941
Me infunde esa altivez que osada insulta,”
Que de Boabdil los perfidos obsequios.
Sí, Mahomad: en su alabanza, i()
En sus falsas caricias, en el ceño Que su forzado halago desmentia, Descubrí la ponzoña de su pecho. ¿No le viste, colmándome de elogios,
Fingir olvido, despreciar mi ruego, Y so color de apresurar mi triunfo, De sí alejar á un acreedor molesto ?... Ya le agobian mis grandes, beneficios ; Pronto querrá librarse de su peso.
No lo dudo, será; ¿ mas hay motivo Para culparle aun ?..... Quizá secreto Algun pesar su pecho atormentaba...
No me he engañado, no: dudé algun tiempo Mientras su afan disimulaba en vano;
Mas al oir sus pérfidos acentos, Escuché mi sentencia.
Su hueste y la defensa de su reino Para darte mas armas?¿ A tal punto Llegara su imprudencia ?....
Le arrastra su pavor : tímido, débil, Por evitar el inminente riesgo Se expone á mil lejanos, y no cuida De un porvenir dudoso... Quizá menos Al frente le intimido de las tropas Que en la ciudad: asi se libra á un tiempo De mi importuna vista, y me abandona De la azarosa guerra al trance incierto... ¡Quién sabe !... Quizá el pérfido me envia Cual víctima al suplicio; y al momento Que vencido me mire y afrentador, ten eremu z Me inmola á su quietud... Mas aun es tiempo.- De prevenir el golpeó de vengartensional polu (En ademan de irse. )`
No, querido Mahomad: pues tanto debo A tu antigua amistad, corre, sondea La intencion de Boabdil; cual su recelo, Cuales son sus designios... Yo entre tanto Vuelvo á ver á Morayma; y si en el riesgo Que á entrambos amenaza, una voz suya, Una leve esperanza añade fuego
A mi ciego furor... con harta sangre Han de comprar mi ruina los perversos.
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