Poesias de Don Juan Melendez Valdes: ed. completa con el prólogo y la vA. Bergnes, 1838 - 384 pages |
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Popular passages
Page 112 - Todos los ojos se lleva tras sí; todo lo avasalla; de amor mata a los pastores y de envidia a las zagalas. Ni las músicas se atienden, ni se gozan las lumbradas; que todos corren por verla y al verla todos se abrasan. ¡Qué de suspiros se escuchan! ¡Qué de vivas y de salvas! No hay zagal que no la admire y no se esmere en loarla.
Page 251 - De hórridas olas ajitada siempre, Nunca sumida: Tú que de espinas y dolor eterno Pérfida colmas con acerba mano Tus vanos gozos , de la mente ciega Sueño liviano : Aunque sañosa de tiniebla cubras Lóbrega el cielo , que en humilde ruego Férvido imploro, por huir tu odioso Bárbaro juego: Aunque el asilo de mi hogar me robes, Aunque me arrastres ominosa y fiera Desde los campos de la dulce patria , Donde ligera Tu undosa vena con alegre curso, Ancho...
Page 153 - Naturaleza, porque mi pecho se sacie, me brinda con mil placeres en su copa inagotable. Yo me abandono a su impulso ; dudosos los pies no saben do se vuelven, do caminan, do se apresuran, do paren. Bajo del collado al rio, y entre las lóbregas calles de altos árboles, el pecho lleno de pavor me late. Miro las tajadas rocas, que amenazan desplomarse sobre mí, tornar oscuros sus cristalinos raudales.
Page 76 - INQUIET1 palomita, Que vuelas y revuelas Desde el hombro de Filis A su halda de azucenas ; Si yo la inmensa dicha Que tú gozas, tuviera , No de lugar mudara , Ni fuera tan inquieta. Mas desde el halda al seno Solo un vuelito diera; Y allí hallara descanso, Y allí mi nido hiciera.
Page 168 - Castellano de Toledo , Bajo un sencillo tocado Cubierto el rubio cabello , Sin sus oros la garganta, Y el monjil y saya negros. En soledad y retiro, Sumida en dolor inmenso, Diez años ha que le llora Como le lloró el primero.
Page 302 - Nave de airadas olas combatida Diestro pincel me ofrece ? Yo escucho el alarido y los clamores De la chusma afligida; Y si de Dios los cielos estremece El carro, y se enardece Su cólera, y el trueno en son horrendo Retumba por la nube pavorosa ; De la pálida luz y el ronco estruendo Mi vista siente la impresion medrosa.
Page 168 - u agudo silbo De pavor mi helado seno. Atruena el hojoso bosque, Y parece que allá lejos, Llevados sobre las nubes , Gimen mil lúgubres genios.
Page 25 - ¡qué suelto que vaga, y ante el sol hace alarde de su púrpura y nácar! Ya en el valle se pierde, ya en una flor se para, ya otra besa festivo, y otra ronda y halaga. Las zagalas, al verle, por sus vuelos y gracia mariposa le juzgan, y en seguirle no tardan.
Page 113 - Bien haya tu gentileza, una y mil veces bien haya, y abrase la envidia al pueblo, hermosísima aldeana. Toda, toda eres perfecta, toda eres donaire y gracia, el amor vive en tus ojos y la gloria está en tu cara. La libertad me has robado, yo la doy por bien robada, mas recibe el don benigna que mi humildad te consagra.
Page 298 - ... susurrante juega, Y el sol que en la alta cima Del cielo ardiendo el universo anima , Me claman , que en la llama Brillas del sol ; que sobre el raudo viento Con ala voladora , Cruzas del occidente hasta la aurora; Y que el monte encumbrado Te ofrece un trono en su elevada cima : La yerbecilla crece Por tu soplo vivífico , y florece.